En la segunda parte el Madrid empezó más enchufado, se lanzó al ataque y cada vez disponía de ocasiones más claras. En el minuto 50 Benzema tuvo oportunidad de hacer el segundo, pero no pudo materializar la ocasión. En el minuto 60 Cristiano Ronaldo se planta frente al portero y saca un disparo magnífico que ataja el guardameta del Málaga, Caballero, con una excelente intervención. Pellegrini decidió sacar a Van Nistelrooy, ex-jugador blanco, que se llevó la ovación del Bernabéu. En el minuto 69 Callejón (que entró por Kaká) dispuso de otra ocasión para los locales. Pero la ocasión más clara de la segunda parte llegó en el minuto 71, Özil mete un centro que la defensa no consigue despejar y llega a Benzema, pero tampoco esta vez conseguiría marcar. A pesar de que el dominio del partido no era claro y se perdían muchos balones en el centro del campo, las ocasiones del Madrid se sucedían, pero esta vez no tuvieron la puntería que tanto caracteriza a los de Mou. Y como se suele decir, perdonar se paga. A parte de algunos errores del colegiado, dos posibles penaltis no señalados (como ya señalaría Mourinho en rueda de prensa) y dos fueras de juego inexistentes señalados a Cristiano, la falta de acierto de los merengues de cara al gol hicieron que el partido llegara con el resultado abierto hasta el final.
Y así, a sólo un minuto del final, Granero comete una falta muy peligrosa al borde del área. Cazorla sería el encargado de lanzar el libre directo que se convertiría en un golazo del asturiano en el minuto 91. Sin tiempo para reaccionar los blancos no pudieron conseguir la victoria. Ese gol del Málaga en el último suspiro deja a los de Mou a 8 puntos de su eterno rival.
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